El sacacorchos, es un instrumento consistente por norma general en una hélice metálica con un mango o palanca que se inventó para poder extraer los tapones de corcho a frascos y botellas de vino. Los sacacorchos pueden fabricarse en materiales tan diversos como el plástico, metal o madera pero la espiral siempre es de acero. Existen varios tipos de estos utensilios, conózcalos:
El sacacorchos de alas es muy fácil de utilizar. Al empezar, las alas miran hacia abajo y se van elevando a medida que la hélice metálica penetra en el corcho. Cuando las alas están en alto, se empujan hacia abajo con la mano, liberando el corcho de la botella.
El "amigo del camarero" es muy útil, ya que también incorpora un pequeño cuchillo para quitar la lámina del cuello de la botella. El cuerpo actúa como mango para penetrar la hélice y como palanca para sacar el corcho.
Las botellas de champán y cava a menudo se abren vertiendo cantidad del contenido, pero con un poco de cuidado se pueden abrir sin derramar líquido y sin perder burbujas. Para conseguirlo, retiramos la lámina protectora, quitamos el alambre del bozal, y sosteniendo el corcho con fuerza en una mano, se debe girar la base de la botella para sacar lentamente el corcho del cuello. Si se realiza correctamente, saldrá con un suave estallido.
Una vez la botella está abierta, con el tiempo el champán o cava se oxida y se degrada, pudiendo incluso llegar a convertirse en vinagre. Podemos conservarlo un corto plazo de tiempo cubriendo el cuello de la botella con film transparente. Por creencia popular, acostumbramos a meter una cucharilla por el mango para que no se disipe, pero no es así. Lo mejor es cubrir el cuello de la botella con film transparente y guardarlo en el frigorífico.
El vino tiene un sabor diferente cuando se oxigena, por lo que algunos vinos se decantan antes de servirlos, aunque hay quien utiliza soluciones más radicales, como por ejemplo pasar el vino por una licuadora. Sorprende su sabor después de probarlo!!
Maria A. Soler