La bomba de calor es una máquina térmica que mantiene un local o recinto a la temperatura perfecta durante todo el año, además de que produce agua caliente, de forma sencilla, económica y respetuosa con el medioambiente. Así, gracias a la versatilidad que ofrecen estos equipos permite que sea un sistema de climatización que se adapte a cualquier otro entorno, aparte del doméstico, ya sea comercial, servicios, industrial, transporte, etc. Por ello, la AFEC (Asociación de Fabricantes de Equipos de Climatización), señala que la bomba de calor se puede implantar en todos los sectores citados anteriormente y es capaz de cubrir, entre otras, necesidades de climatización (Aire Acondicionado o Calefacción), ACS (Agua Caliente Sanitaria), calentamiento de agua para usos industriales, o bien, procesos de secado de embutidos, tabaco, madera, etc. De esta manera, su versatilidad consolida a la bomba de calor como un sistema flexible con múltiples aplicaciones y que puede ser implementado en diferentes ámbitos. También cabe señalar que se trata de un proceso respetuoso con el medioambiente que disminuye las emisiones de CO2, ya que utiliza energía procedente de fuentes renovables, por lo que al producir más energía de la que consume contribuye a la eficiencia energética.
Por otro lado, la AFEC apunta a que la bomba de calor también es capaz de recuperar energía residual procedente de diferentes procesos. De ahí que se esté convirtiendo en un sistema que cuenta con diversos usos, según el sector para el cual vaya dirigida. Además de la gran implantación de estos equipos en el sector doméstico, la incorporación de los mismos en otros sectores está cada vez extendiéndose más, entre ellos, en Comercio y Servicios, el sector industrial o en el sector transporte, cuyo objetivo es reducir la emisión de gases de efecto invernadero para contribuir al cumplimiento del objetivo “20-20-20”, que, entre otras cuestiones, pretende reducir un 20% las emisiones de CO2 en el año 2020.