Es un electrodoméstico indispensable en cualquier hogar. El frigorífico se inventó en 1913, con el objetivo de conservar la comida durante mucho más tiempo que a temperatura ambiente. Esto ha tenido efectos positivos sobre los hábitos de salud y consumo. Ahora, más de 100 años después, estos aparatos persiguen ser más eficientes energéticamente y mimar a los alimentos gracias a sus sistemas y funciones inteligentes.
Para economizar en energía, los displays son una gran ayuda. Pueden mostrar lo que el frigorífico está haciendo en cualquier momento y con ellos se controla el aparato sin necesidad de abrir la puerta, evitando así la pérdida de frigorías.
Además, las funciones ECO regulan su temperatura interior para que ésta sea siempre la adecuada sin perder, de nuevo, frigorías. Otras funciones se encargan de mantener los alimentos a la misma temperatura, consumiendo lo mínimo posible, durante ausencias prolongadas del usuario, como suele pasar mientras se disfruta de las vacaciones.
La iluminación LED, que se ha generalizado entre las novedades, permite visionar y disfrutar de los alimentos frescos por más tiempo con un bajo consumo energético.
Las dobles puertas van encaminadas en esta dirección de la eficiencia energética. Por ejemplo, la Door-in-Door de LG posibilita acceder a determinados alimentos, los de mayor consumo, de forma más fácil y rápida, sin necesidad de abrir el frigorífico en su totalidad, con lo que se disminuye hasta en un 41% la pérdida de frío. El Food Showcase, de Samsung, cuenta con un diseño interior inteligente y también tiene dos puertas, para dejar en la exterior lo que más se usa y ahorrar energía.
Por lugares de venta, como en otras familias de Gama Blanca, los que más facturaron fueron los asociados y las cadenas fueron las que más facturación perdieron. Los asociados alcanzaron la cifra de 234.270.000 euros de abril de 2013 a marzo de 2014. Esta cantidad representó un 7,21% menos que en el año anterior. Las cadenas facturaron en frigoríficos 74.270.000, un 11,12% menos. Otra vez más, la única que mejoró datos fue la venta por Internet. Facturó en frigoríficos 30.620.000 euros, creciendo un 32,73%. Es decir, casi un tercio más.
Los congeladores tuvieron, de la misma manera, una evolución a la baja. Se vendieron 15.000 unidades menos, pasando de 141.000 unidades vendidas entre abril de 2012 y marzo de 2013 a 126.000 entre abril de 2013 y marzo de 2014, un 10,64% menos. Los compradores optaron ligeramente más por los de armario que por los de arcón. En facturación, se dejaron casi cuatro millones y medio de euros por el camino, pasando de 48.300.000 euros a 43.900.000, un 9,11% menos. Al contrario que el de los frigoríficos, su precio medio aumentó, de los 344 euros a los 349. Por lugares de venta, sucedió como en los frigoríficos: los asociados fueron los que más facturaron; las cadenas, las que más facturación perdieron, y el canal online, el que creció.
Fuente: Electromarket
