Después de tener la calefacción de nuestro hogar apagada durante el verano es el momento de ponerla en marcha. Para disfrutar rápidamente de nuestra calefacción basta con seguir algunos sencillos consejos que nos ayudarán a disponer de un ambiente cálido, económico y seguro. Para efectuar estas comprobaciones ponga la caldera en modo invierno/calefacción:
En primer lugar y antes de efectuar la puesta en marcha de la caldera debemos comprobar la presión de la misma en frío que deberá de ser de 1 bar. Si la presión es inferior introduzca agua en el circuito hasta alcanzar la presión recomendada a través de la llave de llenado dispuesta para este fin en la caldera. En caso de que la presión sea superior a 1 bar, deberá reducir la misma mediante la llave de vaciado o simplemente purgando un radiador.
Compruebe que los dispositivos de mando dispongan de pilas (Termostatos inalámbricos)
Ponga en marcha el termostato recordando que es imprescindible que la temperatura seleccionada sea superior a la del ambiente donde se encuentra.
Mantenga una temperatura constante y de confort durante todo el día, le recomendamos entre 19º y 21º grados.
Compruebe que todos los radiadores estén abiertos y que no existan fugas de agua. Una vez que estén calientes pase la mano por la parte superior. Si la superficie del radiador esta fría comparándola con la inferior, esto significa que hay aire acumulado en su interior y necesitan purgarse.
Purgue los radiadores, esta operación consiste en eliminar el aire del circuito de calefacción que perjudica el buen rendimiento del mismo. Con la calefacción en marcha y la presión correcta purgue los radiadores uno por uno aflojando el tornillo de purgado hasta que salga un chorro de agua continuo que indicará la ausencia de aire en el radiador. En ese momento, cierre el purgador. Esta tarea puede provocar un descenso de la presión en el circuito de calefacción debido a la pérdida de agua y aire durante el purgado, de esta manera deberemos comprobar el manómetro de nuestra caldera y efectuar un llenado si el nivel de presión fuera bajo.
Con la calefacción en marcha y tras 10 ó 15 minutos de funcionamiento compruebe la presión del manómetro que deberá estar entre 1 y 2 bares de presión reduciéndola si fuera superior o añadiendo agua si fuera inferior a 1 bar.
Esteban Picón Alvarez - ReleMat SAT